Entre mayo y junio del 29012, estando nosotros en México, se concretó una oportunidad que veníamos persiguiendo desde Guatemala: visitar a la Aldea Arenal en Belice, más precisamente a los Caracoles y Caracolas que trabajaban desde el arte por el cambio y la inclusión.
Dejamos las bicis guardadas y nos lanzamos en el breve tiempo que teníamos a recorrer ese largo camino
(tuvimos que regresar a Guatemala y desde allí ingresar a Arenal, puesto que está en la frontera con este país).Nos recibieron maravillosamente bien, llenos de emoción ellos y nosotros, organizamos lo que queríamos hacer en esos días, que era TODO.
Durante días jugamos, cantamos, hicimos talleres de papel reciclado, expresión corporal, narraciones, ritmos musicales, malabares, compartimos formas Murgueras de organizar la escena que podían enriquecer sus presentaciones con la Comparsa e hicimos mucho pero mucho más!
Por supuesto, llegó el día de la presentación final
donde todas esas habilidades (algunas nuevas, otras ya adquiridas) se pusieran en escena. Emocionados y expectantes ante la reacción de la comunidad, salimos a convocar retroalimentándonos de nuestras propias energías.
Y la gente, tímidamente, llegó. Grandes y chicos estuvieron acompañando y apoyando a sus niños y disfrutando de todo lo que teníamos para ofrecer.
Los chicos se expresaron y nosotros, por supuesto, compartimos cuentos y clown.
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