Palabras de bienvenida.

Bienvenidos y bienvenidas a este recorrido de arte sobre pedales. Queremos compartir con ustedes miles de momentos, de payasos y de cuentos, de emoción y de ternura. Para que el eco de las risas, la calidez de las miradas, las miles de palabras cariñosas y los miles de abrazos recibidos los envuelva aunque sea por unos minutos, mientras dure el recorrido por este blog.
Los invitamos a sumarse en nuestra pedaleada de ilusiones, los invitamos a contagiarse un poco de la magia de provocar sonrisas y lo mágico de dejarse sorprender.

Nahuel, Fabiana y Luciano
Compañía Tricletas.

sábado, 8 de octubre de 2011

NICARAGUA (desde abril hasta septiembre 2010)



Nicaragua (abril 2010 a noviembre 2010).
Nicaragua se nos presentó como un país con muchas menos posibilidades para hacer arte. Hay muy poco desarrollo artístico y nuestra impresión fue que lo poco que existe está monopolizado.
Hasta llegar a Managua no hubo posibilidades de organizar actividades.
Contamos con la disposición plena de nuestro amigo Norman que sin conocernos en ese momento nos conectó con una red admirable de gente ayudándonos a promocionar nuestras actividades. Pudimos hacer funciones y talleres donde generamos relaciones de amistad que se mantienen hasta el momento.
Nuestra experiencia con algunos de los pocos grupos de arte que hay en Managua fue triste y desgastante ya que experimentamos el egoísmo, la competencia y la arrogancia de muchos que creen que no tienen nada para aprender. Vimos muy poco en Managua y nuestra impresión es que el arte no está desarrollado, le falta crecimiento y perfección, incluso a grupos de años de existencia. La soberbia hace estragos. Deseamos que se despierten a la maduración y el crecimiento humilde y enriquecedor. Deseamos el crecimiento de los grupos jóvenes, la renovación y multiplicación creativa.





Organizamos un taller de expresión corporal, escrita y oral en la escuela experimental de teatro del Teatro Nacional Rubén Darío. Aunque los estudiantes de teatro de la escuela nos recibieron con entusiasmo, en el momento de concurrir sólo 3 lo hicieron. Felizmente contábamos con el apoyo incondicional y la hiperactividad de nuestro querido Norman quien, como en cuestiones informáticas se mueve como pez en el agua, nos ayudó a difundir la actividad a través de internet y tuvo muy buena recepción. La convocatoria fue abierta y la repercusión, muy buena, gracias a eso logramos llevarlo a cabo de manera satisfactoria.
El taller se desarrolló en cuatro encuentros y los resultados fueron muy buenos, logramos un grupo sólido y con muy buena onda. Allí fue donde conocimos a Gaby Rivera, quien sería nuestra segunda anfitriona en Managua.





Simultáneamente realizamos un taller de Teatro Foro con el grupo de “Hombres contra la violencia” en el Reparto Chic (según nos dijeron uno de los barrios más peligroso de Managua) lugar donde tienen su sede y donde muchos de ellos viven. El taller duró varios encuentros y aprendimos muchísimo de ellos y ellas - al grupo concurren también mujeres. Es gente muy entusiasta y que nos demostró mucho respeto por nuestro trabajo y por nosotros. Compartieron la intimidad de su problemática personal, barrial, social y cultural. Conocimos más de cerca uno de los aspectos tristes de Nicaragua, uno de los tatos países latinoamericanos donde la violencia está instalada en todos los círculos: familiares, sociales, educativos, etc... Una violencia ante la que la gente en general y las instituciones como las autoridades e incluso la iglesia, demuestran indiferencia y la consideran como “privada”. 
Los hombres y mujeres que conocimos en este grupo del Reparto Chic es gente que ha sido o es afectada por estas formas pero que ha despertado, como tantas otras personas y se han unido con un objetivo común: luchar para generar un cambio. Les deseamos todo el éxito, la fuerza y la luz para seguir conservando ese espacio tan valioso y necesario.


A pesar de varias disidencias y un ajetreado 
 cronograma mediático que debimos respetar a disgusto, logramos realizar una función de “Pedaleando ilusiones” en la sala Víctor Romeo, en la temporada de teatro infantil “A disfrutar en familia” . 
El ciclo fue organizado por Artesca (Red de artes escénicas para la infancia y la juventud de Centro América) y Nicassitej (Asoc. Inter. de teatros para la infancia y la juventud- Nicaragua), aunque pero sólo conocimos y tuvimos contacto con los integrantes de Guachipilín.


La función salió bonita, la experiencia de trabajar en sala siempre es algo mágica. Quedamos muy contentos ya que ,aunque no tuvo mucha convocatoria, fue bastante gente en comparación con las otras funciones (según nos contaron los técnicos y grupos que participaron del ciclo). Como siempre, nuestros amigos estuvieron presentes, y de esa función salieron los que serían nuestros primeros anfitriones en Guatemala: Giulia y Luis.






A través de los mismos organizadores hicimos una función en “Viernes de puro cuento”, un ciclo que se lleva a cabo en la Biblioteca Alemana- nicaragüense. La gente de la biblioteca nos recibió de muy buen modo. Allí presentamos “Historias con alas”. La emoción fue enorme ya que representaba el desafío del primer unipersonal como cuentacuentos. La función salió muy linda y la gratificación fue muy grande cuando varios de los presentes, entre ellos cuentacuentos, se acercaron a decirnos cosas buenas y a dar aliento.



Matagalpa

Nos contactamos con Venancias, el grupo feminista de Matagalpa al que tanto respetamos y queremos. Viajamos en varias ocasiones para dar talleres de circo, de escritura, de payaso y para realizar dos funciones de “Pedaleando ilusiones” (una para adultos y otra para público infantil). 
Trabajar con Venancias en el Centro Cultural Guanuca fue muy placentero para nosotros y significó muchas cosas buenas, ya que fue uno de los pocos lugares por los que pasamos en Nicaragua donde encontramos gente que da un lugar de libertad y autenticidad al arte, y que trata con cuidado y respeto a los artistas. Carola Brantome fue una compañera de trabajo eficiente, activa, cálida, responsable y honesta. Se hizo muy compinche de Nahuel y compartieron juegos, códigos, risas y miles de mangos. 
Disfrutamos mucho estar en el Guanuca, fue como nuestro segundo hogar mientras estuvimos en Managua. El patio con su gran escenario y sus dos grandes palos de mango invitaban a quedarse. Tuvimos la oportunidad de ver interesantes ciclos de cine los viernes y de disfrutar de teatro y música los sábados. 


La actividad en el Guanuca es intensa los fines de semana y la convocatoria es abundante. Este Centro Cultural ofrece sus actividades de manera totalmente gratuita a quien quiera llegar y el ambiente que se genera es realmente acogedor, de modo que es un buen punto de reunión para mucha gente. 




































 A través de las Venancias y de la mano de Paz Aráuz realizamos también una función de Teatro foro sobre la violencia hacia la mujer en un campamento realizado en Estelí. La actividad fue muy interesante ya que se puso en evidencia el trabajo realizado por este grupo con niñas y jóvenes que han sufrido o sufren maltrato. Aprendimos mucho de ellas y les estamos muy agradecidos.



                                  
                          Jinotega
En uno de los viajes a Matagalpa, pasamos también por Jinotega, donde el Club infantil celebraba el día del niño. Fuimos invitados a participar de ese festejo con funciones en la calle y un taller de reciclado. 

La experiencia fue grata porque la devolución de los niños siempre es muy satisfactoria, pero sufrimos un poco la desorganización y el desamparo con respecto a ciertas cuestiones básicas que tuvimos que resolver en el momento. Algunas de las tantas ventajas de ser independientes es la autonomía y la desenvoltura que uno va adquiriendo y eso siempre nos juega a favor en estos casos, de modo que pudimos llevar a cabo las actividades.






















































León
De Managua fuimos a León, donde Félix, nuestro amigo bailarín, nos estaba esperando. A causa del dengue se frustraron varias actividades que teníamos planificadas, pero logramos realizar una función en la Casa de la Cultura gracias al apoyo incondicional de Félix y Rakel.
Antes de irnos dimos un taller de máscaras en la casa donde, además de nuestros anfitriones, acudieron algunos de los integrantes del grupo de danzas folklórica de la universidad de León del que Félix es profesor.
Lo pasamos muy bien entre amigos, esa casa desbordaba buena onda. Nos divertimos mucho haciendo las máscaras a pesar de que la lluvia ya había empezado y eso dificultaba bastante el secado.  
Estamos felices al saber que pudieron darle utilidad a la técnica que compartimos, ojalá la implementen en alguno de sus espectáculos.




Impresiones generales...
Logramos contactarnos con mucha gente relacionada con el arte y con varios organismos que trabajan en torno a los derechos humanos. Aunque muchos sólo se quedaron en las buenas intenciones, pudimos sacar algunas conclusiones.

Por un lado, que como los grupos artísticos en Nicaragua son muy pocos, es fácil caer en la centralización y la comercialización del arte. Por supuesto que encontramos gente generosa que nos abrió puertas y nos facilitó por ejemplo el acceso a determinados grupos y a espacios donde poder hacer, pero no fue fácil encontrar grupos abiertos y desinteresados. 

Percibimos bastante mezquindad y egoísmo entre los mismos colegas connacionales. Si bien debería de haber bastante campo para hacer, debido a la escasez de grupos artísticos, paradójicamente el egoísmo y cierto modo de accionar provoca el enquistamiento de determinados grupos y dificulta el surgimiento de otros nuevos, lo que genera un atraso artístico importante. Nos topamos con varios grupos que a pesar de tener los recursos y el lugar para crecer profesionalmente se negaron a cualquier intercambio y a la crítica constructiva. La arrogancia de quienes creen que el tiempo los vuelve sabios es lamentable y empobrecedora.

Pensamos que quien cree haber llegado a la cima de un saber no sólo es soberbio sino también estúpido e ignorante. La humildad y la actitud de continuo aprendizaje es lo que distingue a la inteligencia de la mediocridad. Creemos que la pobreza de una actitud soberbia y egoísta vuelve mediocre a la persona y al artista, y por ende, a lo que él produce.

Vimos a grupos más volcados a la búsqueda de proyectos que a la creación artística. Si bien lógicamente el respaldo económico asegurado otorga tranquilidad económica y facilita los recursos, creemos que también condiciona seriamente la creatividad y la misión del arte. Vimos que en varios casos se invertían las prioridades y lo que creemos que debería ser una relación lógica entre producción y beneficio: una vez conseguido el dinero se buscaba de qué manera justificarlo. 
Hemos tenido la tristeza de verificar que hay grupos que utilizan como mascarada una misión social para garantizar condiciones personales e individuales de bienestar. Pero también la alegría de conocer a un grupo como el de danzas folklóricas de la universidad de León que, de la mano de Félix Pérez, luchaba por su creación y expresión artística a pesar de las trabas institucionales. O a un grupo como las Venancias que desde el Centro Cultural Guanuca lucha por ofrecer de manera ininterrumpida buenas funciones artísticas de manera gratuita, abriendo las puertas a la comunidad para que se acerque a disfrutar y compartir buena energía y sonrisas.

 Nicaragua es considerado -o se considera a sí mismo- como el país más pobre de Centro América. Hay muchas organizaciones extranjeras trabajando y el arte no es indiferente a esta realidad. Eso alimenta a toda una estructura de “proyectos” y el pensamiento peligroso de que nada o poquísimo se puede hacer si no es con el apoyo económico del extranjero. Contra eso tuvimos que luchar en grande ya que esa forma de concebir la realidad paraliza el “hacer” , lo empobrece y lo vuelve absolutamente dependiente. Fomenta la pereza sobre la acción, la conveniencia sobre el compromiso . 

Creemos y experimentamos que para hacer no se necesita más que el motor de la determinación, la claridad del objetivo, la convicción de los ideales, cuerpos y mentes que se comprometan y tengan la capacidad de moverse libres, ilusionados, fascinados, apasionados.
El dinero puede allanar el camino en varios aspectos, pero también y no pocas veces, condiciona la solidez y la autenticidad de lo logrado y, lamentablemente, diluye el carácter “comunitario” de los objetivos.

Una vez más reiteramos que somos conscientes de la parcialidad de nuestro recorrido. Nuestras apreciaciones son sólo percepciones basadas en experiencias personales que, si bien le dan forma a la percepción general de lo vivido, no se enquista en lo absoluto, no se cristaliza.

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