Palabras de bienvenida.

Bienvenidos y bienvenidas a este recorrido de arte sobre pedales. Queremos compartir con ustedes miles de momentos, de payasos y de cuentos, de emoción y de ternura. Para que el eco de las risas, la calidez de las miradas, las miles de palabras cariñosas y los miles de abrazos recibidos los envuelva aunque sea por unos minutos, mientras dure el recorrido por este blog.
Los invitamos a sumarse en nuestra pedaleada de ilusiones, los invitamos a contagiarse un poco de la magia de provocar sonrisas y lo mágico de dejarse sorprender.

Nahuel, Fabiana y Luciano
Compañía Tricletas.

viernes, 7 de octubre de 2011

Empieza la aventura. Costa Rica (desde octubre 2009 a abril 2010).






Desde el año 2000, Luciano venía experimentando una forma de trabajar y de vivir libre, independiente y artística. El viaje se había convertido en su estilo de vida, era su sueño y su morada.
Yo venía de una rutina de trabajo bastante relajada con respecto a las formales ya que los últimos 6 años había logrado un agradable grado de “independencia” con algunas comillas, pero soñaba con lograr una libertad auténtica y creativa. Los viajes -temporarios- habían marcado etapas de crecimiento fundamentales en mi vida y había nuevos proyectos viajeros gestándose en mis sueños.
en el aeropuerto
El reencuentro de nuestros caminos significó mucho aunque creo que nunca sabríamos cuánto nos modificaría en realidad. El viaje abría nuevamente sus alas, y nuestros sueños, esta vez, se arremolinarían de a tres en ese vuelo.

De Argentina viajamos a Costa Rica porque había sido en esa ciudad donde Luciano había llegado con su viaje anterior (2000-2007) y adonde se había prometido regresar para continuar su soñado itinerario. En cuanto a mí, el destino me era casi indiferente, lo importante era desplegar las alas.




En San José
Luciano contaba con la riqueza de un trabajo de 10 años de experiencia y varios amigos en la ciudad. Hizo funciones en la Casa Figueres Ferrer, el Centro Cultural Español, la UCR de San José, la Universidad de Heredia, participó en el Primer Encuentro Internacional de Payasos organizado en el Centro Cultural Español y se fueron sumando otros lugares y eventos. 
 
cuentos en la UCR
Mientras tanto, yo me limité a explorar un poco más el camino que tímidamente había iniciado en Argentina de la mano de Dora Apo y Lucía de Vitta. Empecé a tomar talleres con Fernando Franco en la Universidad de Costa Rica para seguir preparándome en narración oral. Participé en algunos espacios como invitada de Taforem, en las actividades organizadas con Narrarte (el grupo de cuentacuentos de la UCR de San José) ,en colegios de Escazú; y con los chicos de Hora Cero en Arco Iris y en la Figueres Ferrer.

Juan Serafini
Luciano disfrutó en San José el encuentro con un amigo payaso con quien se había iniciado en su carrera en Argentina: Juan Serafini. Con él y otro grupo de amigos organizaban ensayos frecuentes e intercambios. La familia payasa se reunía casi a diario en la casa donde nos hospedábamos, de modo que la actividad era abundante y la alegría permanente.

La estadía en San José fue muy rica para los tres, Nahuel empezó a incorporar el arte a su diario vivir. A su año y medio de vida fue espectador respetuoso y fiel de cada ensayo diario de la familia payasa en la casa, el parque o donde fuera. La conexión con los seres de nariz roja fue inmediata, natural y auténtica. No era un espectador pasivo, un mundo de narices rojas se agitaba en su interior: él mismo no podía mirar de frente a esos seres sin su propia nariz colorada.
familia payasa en San José


noche de cuentos en el Pacífico
Festival de payasos en San José


ensayos con el Mono en el parque






























Jacó
Nos contactamos con Hugo, un argentino radicado en esta ciudad costera, organizador y creador del Festival de Artes que desde hace unos años se realiza allí. Hugo y Anahí viven en Jacó hace casi 10 años y, aunque esa ciudad no les pertenece originariamente, sienten la inquietud de darle una identidad cultural a un lugar que han visto cambiar a una velocidad vertiginosa. Jacó es una ciudad que en poco tiempo fue transformada -o arrasada- por el turismo, y el lugareño se ha convertido en un espectador silencioso y desplazado.

Llegamos a días de iniciarse el Festival de Artes 2010, de modo que nos ofrecimos para colaborar en lo que pudiéramos y muy amablemente nos ofrecieron una participación a pesar de estar fuera de programa.

El Festival se realizó del 29 al 31 de enero y así nació la Compañía Tricletas (aún sin nombre en ese momento): por primera vez compartimos escenario Luciano y yo. Nos presentamos ante más de 400 personas, fue algo aterrador para mi poca experiencia, pero el cariño de la gente que se acercaba luego empujaba a seguir y, además, contaba con el respaldo de la actuación de Luciano que arrancaba risas hasta en las situaciones más comprometidas.
Nahuel comenzaba a aceptar el hecho de que ambos tuviéramos participación, y aunque nos organizábamos para no dejarlo solo, manifestaba su reclamo ensuciando sus pañales nocturnos 2 minutos antes de salir a escena...




Santa Teresa
Llegamos a esta ciudad playera, turística, de surf...Detrás de la frivolidad que manifestaba como ciudad armada para el turista, había un mundo auténtico al que tuvimos la suerte de asomarnos de la mano de Minor y Milena, dos luchadores de la educación que se ganaron nuestro respeto y admiración.

preparando el salón
Recién llegados y sudorosos, pasamos con las bicis por la escuela pública. Nos atendió Milena, la maestra de jardín de infantes, a quien explicamos nuestra propuesta. Nos pidió que regresáramos al otro día.
Volvimos sin muchas esperanzas ya que nunca nos habían abierto las puertas en escuelas públicas (en algunos casos fue literal...”lo diferente da miedo” ,dicen por ahí).
Prof Minor en la función
El profesor Minor nos estaba esperando rastrillando el patio con los alumnos, eso nos dio muy buena impresión ya que hacía tiempo que no veíamos a un director demostrar ese tipo de compromisos con la escuela y su alumnado. Minor había sido maestro durante años en la misma escuela y su compromiso con los niños trascendía su puesto de director. Mientras duró la reunión, los niños interrumpían a cada rato pero él nunca dejó de ser paternal, paciente y abierto, permitía que los pequeños se acercaran a hacernos preguntas o darnos opiniones acerca de las bicis y nuestra profesión -ya habíamos interactuado con ellos en nuestra visita del día anterior. Su actitud fue directa y decidida, nos preguntó cuánto saldría contratarnos. Ante nuestra explicación de que en escuelas públicas éramos más flexibles por las limitaciones que sufren, nos contestó: “Su trabajo tiene un valor y yo voy a pagar por eso.”
cuentos
Al día siguiente hicimos la función. Los niños fueron llegando curiosos y muy emocionados, algunas madres acompañaron. Nos extrañó bastante que el director llegara tarde, pero nos enteramos que hasta último momento había estado recorriendo las tiendas del pueblo para recaudar el dinero que habíamos acordado (la lista de auspiciantes leída la final de la función fue la más larga que jamás haya escuchado).
risas en Sta Teresa
La función salió muy linda, y al terminar Minor se encargó de repartir trozos de sandía. Nos quedamos conversando largo rato y él y Milena, su esposa. Ambos expresaron la felicidad que les había dado recibirnos y ofrecer a los niños un poco de arte. Nos explicaron que había niños que nunca habían ido ni tampoco irían a un teatro, que en el pueblo no había teatros ni cines porque el interés no estaba puesto en la cultura. Estábamos en un pueblo invadido por el turismo y toda la mirada estaba puesta en vender tablas de surf, ofrecer hoteles, restaurantes y bares a los visitantes... la parte cultural había sido olvidada. A los adultos no les interesaba alimentar y darle cauce a una necesidad tan básica como la expresión artística, no lo creían importante en la educación ni en el entretenimiento infantil. Esa era la tarea que estos dos Quijotes se habían propuesto: acercar a los niños las manifestaciones culturales que los involucraban de manera directa, se esforzaron porque un payaso y unos cuentos, aunque estuvieran de paso, fueran parte de su niñez.

ojos inolvidables
Nos fuimos agradeciendo que existan maestros como Minor y Milena. Nos fuimos de Santa Teresa agradeciéndonos a nosotros mismos por haber golpeado (una vez más y a pesar de los rechazos vividos) la puerta de una escuela, porque tras esa puerta estaban esperando las personas correctas.



 Montezuma
Pasamos en estas hermosas playas varios días disfrutando de la naturaleza y de la buena onda de un grupo de artesanos con quienes convivimos en el camping de Pato, un pescador silencioso y amable.

Visitamos a muchas “comisiones”: de vecinos, de escuelas, de padres, municipales...etc... pero nadie creyó importante permitir que grupos de niños locales gozaran de un momento de risas y diversión...Muchas de estas personas tomaban decisiones sobre la educación (pública) de otros niños pero llevaban a sus niños a colegios privados...
Los intentos frustrados para hacer funciones nos dejaban un sabor amargo porque sabíamos que había niños sedientos de un poco de atención exclusiva y de risas, pero nos separaba de ellos la burocracia y la falta de compromiso de adultos indiferentes.

Luciano tocó la armónica en una pizzería y el violín en la calle, ambas experiencias nos dejaron en claro que el turismo extranjero no es público para el arte (generalmente). Lo comprobaríamos luego reiteradas veces a lo largo de nuestro viaje. En ese tipo de lugares, la mayoría es capaz de pagar muchos dólares por un masaje o una experiencia “chamánico-mística” pero nada por una caricia artística que apunta directamente al corazón.
De todas formas disfrutamos en soledad -aunque rodeados de gente- de la música que Luciano nos regalaba, y en familia intercambiamos notas y sonrisas, silencios respetuosos y aplausos cariñosos.

Las fuerzas se aunaban y trabajábamos interiormente conectados, para que la maravilla nos siguiera abriendo el camino.
Nuestro sueño se fortalecía y se resignificaba con cada pedaleo.




San Francisco de Coyote
San Francisco de Coyote es un pueblito muy pequeño donde no llegan extranjeros. No tiene ningún atractivo turístico. Son muy pocas las familias que viven ahí. No hay atención médica ni transportes que comuniquen con otros pueblos. Sin carro uno está prácticamente preso.

Golpeamos las puertas de la escuela pública donde ofrecimos funciones a cambio de platos de arroz y un lugar donde poner la carpa para pasar la noche (el pueblo está en medio del campo, tierra es lo que sobra). Nos recibió la cachetada indiferente de un maestro-director-encargado-preceptor-etc que manifestó no preocuparse por regalar cultura a sus alumnos porque él “no era de ahí” y nos mandó a hablar con el cura católico.
Cuando terminamos de explicarle al representante de Dios en la Tierra nuestra situación, necesidad y ofrecimiento, este tipo nos dijo que “dejáramos de martirizar a la gente” y (olvidando la peregrinación de la Sagrada Familia antes del nacimiento de Jesús golpeando puertas por un techo donde poder pasar la noche, y la multiplicación de panes y peces -nosotros pedíamos sólo granos de arroz que es lo que abunda en esa zona) nos echó de su extenso territorio sagrado con el césped recién cortado donde habita junto a varias monjas y donde entrarían las tiendas de campaña de todo un regimiento militar. Le devolvió la pelota a la escuela, así que entendimos que no se podía contar ni con la institución “educativa” ni con la “religiosa”.

preparando el escenario en el garage
Pasamos días duros tratando de que alguien nos cediera un metro cuadrado para dormir y que nos dejaran regalar sonrisas a los niños del lugar. Estábamos atrapados allí por problemas en la salud de Luciano y nos echaban cerrando las puertas y sin hablar. De pronto aparecieron, después de días y cuando teníamos las bicis cargadas para partir, dos ángeles que nos protegieron con todo su cariño y nos permitieron recuperarnos para volver a levantar vuelo.
función casa de Margarita y Evelio
En agradecimiento a Margarita y Evelio dimos, final y felizmente, la función tan deseada en el patio de su casa al que invitamos a todos los niños y sus familias. Los maestros y el cura del pueblo quedaron excluidos de la fiesta que esa tarde se armó -marimba de por medio- y que estoy segura que estará todavía en la memoria de muchos chicos y grandes, así como perdura en nuestro pensamiento.




Liberia
En Liberia nos esperaban los chicos de Calle, fuego y tambor. Un grupo de jóvenes curiosos e interesados en aprender, compartir e intercambiar. Hicimos talleres de malabares y técnicas de payaso y mimo. Además de participar con ellos en las peñas que se organizaron en Filadelfia y Liberia.

taller con Calle, fuego y tambor
Calle, fuego y tambor nos recibió como grupo para compartir actividades artísticas pero también nos tendió manos amigas y se crearon lindos lazos de amistad. En cuanto a lo artístico, la mayor parte de lo que pudimos hacer fue gracias a su apoyo, ya que con mucho esfuerzo y lucha han conseguido un espacio para ensayar y ofrecer funciones a la comunidad y que compartieron generosamente con nosotros. Este lugar es la Antigua Comandancia, un sitio con muchas posibilidades aunque muy descuidado y desaprovechado, que funcionaba antiguamente como prisión y que estos chicos intentan resignificar a través del arte.

despedida en la Antigua Comandancia
Es realmente valiosa la manera como trabajan para llevar a cabo las peñas mensuales y continuar con sus ensayos, ya que a pesar de contar en la ciudad con el organismo de la Dirección de Cultura de Guanacaste (que se sitúa a pocos metros de donde se reúne el grupo), vimos que eran casi ignorados y no recibían el apoyo que merecían. Nosotros también acudimos a este organismo para ofrecer actividades y conseguimos sólo una lista de cinco teléfonos, una palmada en la espalda y un deseo de buena suerte.
A pesar de que Liberia cuenta con este organismo de cultura y un plantel de funcionarios que se supone que trabaja para ella, hasta el momento en que estuvimos por allí no pasaba mucho artísticamente hablando y, aunque parezca contradictorio...NO EXISTE UN TEATRO.

Otra contradicción que vimos es que tienen el único colegio artístico de la región, pero en 15 años o más de existencia ni siquiera se ha movilizado para ofrecer arte de manera sistemática. La directora, una persona que mostró abiertamente ante nosotros su ignorancia en varios aspectos artísticos, consideró que no valía la pena que los alumnos tomaran talleres de teatro, de mimo ni de literatura. Sin embargo, un profesor prefirió respetar su inquietud personal (ya que conocía nuestro trabajo) y organizó talleres con sus alumnos y Tricletas por fuera de la institución.

Tanto en estos talleres como en la función que conseguimos en la Universidad de Costa Rica de Liberia, la remuneración que obtuvimos fue voluntaria y vino de los participantes, ninguno de los directivos de cultura (ni de las instituciones educativas ni de las gubernamentales) apoyó nuestro trabajo. Esta situación es la que también viven otros grupos que luchan por llevar a cabo diferentes manifestaciones artísticas, como arte callejero en el caso de nuestros amigos de Calle, fuego y tambor, las diversas actividades artísticas que realiza la Guanared y el Centro Literario (de 36 años de existencia y único representante de la región guanacasteca).

A pesar de los obstáculos y decepciones con los que tuvimos que lidiar (es desalentador tener que explicar cuestiones obvias a quienes se supone que trabajan para cuidar e incentivar la cultura), nos quedó el buen sabor de haber conocido y trabajado con Calle, fuego y tambor, y de haberlo acompañarlo en su lucha por un espacio digno para llevar a cabo las actividades artísticas donde la gente pueda contar al menos con... sillas... para disfrutarlas más cómodamente.

Admiramos su fuerza para enfrentar la indiferencia y los prejuicios de los funcionarios y de la comunidad. Su resistencia al arte comercial y prostituído (en la que han caído otros grupos de Liberia) los dignifica y fortalece. Gracias a su apoyo pudimos realizar nuestra función de despedida en la que debutó nuestro hijo Nahuel,de apenas 2 añitos, para gran orgullo de sus padres y sorpresa del público. La función se llevó a cabo en un ambiente de calidez y buenos deseos para la feliz continuación de nuestro viaje. Éxitos y buena vibra para la Guanared y Calle, fuego y tambor. ¡Gracias amigos!

entrenando en la Antigua Comandancia

Calle, fuego y tambor

función en UCR de Liberia











































el más fiel espectador

función en la UCR de Liberia

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