No teníamos muchas expectativas culturales llegando a una villa turística en verano, pero al conocer la Biblioteca Macedonio Fernández cambió nuestra perspectiva y nos llenó de satisfacción. No tanto por lo que generamos (aunque a pesar del poco tiempo, gracias al grupo de mujeres entusiastas que forman la comisión de la biblioteca, logramos llevar a cabo algunas de las propuestas) sino porque al haber tomado contacto con un grupo de mujeres activas, comprometidas con la biblioteca y con el arte, comprobamos que para lograr un trabajo serio y eficiente no es excusa el tamaño de la comunidad ni la distancia que medie con la cabecera ni el color político de turno ni... La búsqueda, el movimiento, los objetivos claros, el compromiso y la perseverancia son más que suficientes para generar cultura.
Del mismo modo, no hubo excusas para que una biblioteca popular pequeña, en un pequeño lugar, pueda brindar variado y muy buen material a lectores de todas las edades. Y, como frutilla del postre, dimos con una bibliotecaria que no subestima a los niños, los deja hablar en voz alta, reír dentro de la biblioteca y hasta leer mientras comen galletitas!!!
Función en la biblioteca |
Biblioteca ambulante Tricletas en la biblioteca Macedonio Fernández |